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Saludos,
Lucia, Nahue, Luquitas y Vane

viernes, 10 de julio de 2009

Para concluir...

Figura 1

Figura 2


La crisis financiera mundial ha repercutido notoriamente en todo el mundo(figura 1), pero se esta sintiendo sobre todo el los países desarrollados.Esta estalló en explosiones violentas con la contradicción entre la producción social y la apropiación capitalista. Como resultado, las bolsas de valores de los principales mercados han caído en lo corrido de 2008 en un 40 por ciento; el petróleo se encuentra con el precio más bajo de los últimos 20 meses (US$ 56 el barril); la estanflación se manifiesta en todas las economías del orbe (inflación unida a la contracción de la producción y la demanda); en el mercado laboral internacional, entre enero de 2008 y diciembre de 2009, se perderán 20 millones más de puestos de trabajo, afirma la OIT, con lo cual el número de desempleados aumentará de 190 millones en 2007 a 210 millones al finalizar 2009; productos en alza del precio de los alimentos, el hambre afecta, según la FAO, a 80 millones de nuevas personas; el Banco Mundial estima que habrá 40 millones de pobres más en el mundo (de 480 millones de personas que viven bajo situación de pobreza se pasará a 520). Por otro lado, las monedas de los países periféricos presentan fuertes pérdidas de valor frente al dólar; el crédito internacional se restringe, la financiación externa es más costosa y los proyectos de inversión se aplazan de manera indefinida.
Por su parte, la UE esta tomando decisiones muy importantes para tratar de salir de esta crisis. Siempre anticipados, los países miembros de la UE se han precipitado rápidamente a solucionar los problemas más visibles proponiendo estrategias a corto y largo plazo, por ejemplo decisiones políticas de girar mas fondos para el tratamiento de persona que poseen enfermedades relacionadas con la alimentación. Además de las propuestas para salir bien parados de las crisis, la Unión Europea ha propuesto un abanico de ideas para revertir la contaminación ambiental y así evitar grandes cambios climáticos que pueden llegar a provocar grandes daños a la economía agraria y a la salud.
En la figura 2, se muestra un euro(moneda de la Union Europes) afectada por las empresas multinacionales, emitiendo grandes cantidades de tóxicos, y a una poblacion movilizada pero colaborando para tratar de salir de la crisis.

jueves, 9 de julio de 2009

¿Cuáles son las estrategias para combatir los efectos del cambio climático y lograr un acuerdo para el cuidado del medio ambiente?

Como todos sabemos los cambios climáticos afectan decisivamente la vida de las personas. Algunos de estos no pueden evitarse como las tormentas, las erupciones de volcanes, los tornados, pero otros como las contaminación, la destrucción de los hábitat, la sobreexplotación y el acelerado calentamiento del planeta si pueden evitarse tomando conciencia de lo que estos pueden llegar a producir ya que no pueden revertirse.
La contaminación por sustancias, como son los desechos radioactivos, los plaguicidas, herbicidas, es una contaminación casi invisible porque sus efectos no se aprecian inmediatamente sino que suelen ser devastadores a largo plazo, como la contaminación del agua y el aire. La destrucción del hábitat es otro de los problemas que tienen consecuencias graves por ejemplo la tala de árboles. Esto también incluye la sobreexplotación, la utilización insensata e indiscriminada de los recursos naturales. Todo esto, además de la acumulación de gases en el mundo, nuestro planeta esta sufriendo una alteración climática muy importante. El efecto invernadero, es una consecuencia artificial de la contaminación ambiental producida por la inconciencia de las personas que habitamos el mundo.
La contaminación del ambiente principalmente proviene de los países desarrollados, por la gran cantidad de población e industrias que tienen. La Unión Europea se ha puesto en campaña para poder revertir la contaminación.

¿Qué está haciendo la UE?
Desde principios de los noventa se han puesto en marcha distintas iniciativas relacionadas con el clima, tanto en el ámbito nacional como en el comunitario. La Comisión Europea lanzó en el año 2000 el Programa Europeo del Cambio Climático (PECC), una iniciativa que colabora con la industria, las organizaciones medioambientales y otros agentes para identificar medidas rentables susceptibles de reducir las emisiones.
Uno de los pilares de las políticas comunitarias para abordar el cambio climático es el Sistema de Comercio de Emisiones de la UE (ETS), que se puso en marcha en 2005. Los gobiernos comunitarios han establecido límites a la cantidad de CO2 que pueden emitir cada año unas 10.500 instalaciones (centrales eléctricas y grandes plantas consumidoras) que, en conjunto, generan casi la mitad de las emisiones de CO2 de la UE.
El ETS establece un sistema de comercio de mercado que aporta un incentivo financiero a la reducción de las emisiones. Las instalaciones que emitan CO2 por debajo de sus límites pueden vender la cuota de emisión no utilizada a otras empresas que emitan más de lo que tienen asignado.
Las empresas que superen sus límites de emisión y que no los compensen comprando derechos deberán pagar multas importantes. El Sistema de Comercio de Emisiones se asegura de recortar las emisiones en el punto en que resulta más barato hacerlo y rebaja los costes generales de reducirlas.
El 70% de la energía consumida por los hogares en la UE se destina a calentar la casa, y otro 14% a calentar agua.
Otras medidas del PECC están dirigidas a reducir el consumo de combustible de los coches y la eficiencia energética de los edificios (un aislamiento mejor puede reducir los costes de la calefacción en un 90%); aumentar el uso de las energías renovables, como la eólica, la solar, la mareomotriz, la biomasa (materia orgánica del tipo de madera, residuos de fábricas, plantas o excrementos de animales) y la energía geotérmica (energía de manantiales calientes o volcanes); o, en fin, reducir las emisiones de metano de los vertederos.
En octubre de 2005, se inició una nueva fase del PECC, con varios objetivos: reforzar el sistema de comercio de emisiones de la UE incluyendo en él las emisiones procedentes de la navegación aérea y del transporte por carretera, desarrollar tecnologías de captura y almacenamiento de carbono y financiar medidas de adaptación al cambio climático. Ya se han aprobado las propuestas de incluir a las líneas aéreas en el ETS de la UE y de reducir las emisiones de CO2 procedentes de los automóviles nuevos.
Acción
En 2008, los líderes europeos adoptaron un paquete de medidas sobre energía y clima, en el que se proponían acciones concretas y una serie de objetivos ambiciosos.
De aquí a 2020, Europa ha asumido el compromiso de recortar sus emisiones totales de gases de efecto invernadero al menos en un 20% con respecto a los niveles de 1990. Esta reducción se elevaría al 30% si otros países industrializados se comprometen a hacer lo mismo.
Para alcanzar este nivel de reducción se han fijado otros objetivos: mejorar la eficiencia energética en un 20%, elevar hasta el 20% de media la proporción de energías renovables sobre el consumo energético total, y aumentar la proporción de biocombustibles hasta el 10% en el transporte. Todo ello de aquí a 2020.
El paquete de medidas también refuerza el ETS, que pasa a afectar a todos los grandes emisores industriales y potencia las subastas. En los sectores que no forman parte del ETS, como edificios, transporte, agricultura y residuos, las emisiones deberán reducirse en un 10% con respecto a los niveles de 2005. De nuevo, con el plazo límite de 2020.

Otras medidas apoyan las tecnologías de captura y almacenamiento de carbono, recortan las emisiones de CO2 de los automóviles y endurecen la normativa sobre la calidad de los combustibles.
A la cabeza del esfuerzo internacional
La UE está negociando en todos los frentes internacionales para mantener bajo control el cambio climático antes de que sea demasiado tarde. Esto implica promover un nuevo acuerdo con unas ambiciones a la medida de la gravedad del desafío climático al que nos enfrentamos, y encaminar al mundo hacia la estabilización de las emisiones de gases de efecto invernadero antes de 2020, para seguir después recortándolas el 50% de los niveles de 1990, en el horizonte de 2050.
El objetivo consiste en crear un sistema energético sostenible y de bajas emisiones de carbono, y ponerlo en funcionamiento a la mayor brevedad posible. Para ello, será preciso concentrarse en incrementar la eficiencia energética (que puede reducir sustancialmente las emisiones mundiales a un coste cero o incluso con un coste negativo), acelerar el desarrollo y la implantación de nuevas energías más limpias y garantizar los mecanismos de financiación precisos para todo ello.
Más de la mitad de la inversión necesaria se efectuará en los países en desarrollo. Por ello, la UE desea crear fuentes innovadoras de financiación internacional, vinculadas a los niveles de emisiones de cada país y a su capacidad para pagar.
El papel de la Comisión Europea
La lucha contra el cambio climático es una prioridad fundamental de la Comisión Europea.
La Comisión elabora estrategias y legislación para su adopción en todo el continente. La legislación se elabora conjuntamente con el Parlamento Europeo, que está compuesto por 785 diputados elegidos directamente por los 27 Estados miembros de la UE, y con el Consejo de Ministros, que representa a los gobiernos de toda la UE.
La Comisión Europea se asegura también de que las medidas que se aprueban se pongan en práctica en los Estados miembros y representa a la UE en las negociaciones internacionales, manteniéndola en primera línea de los esfuerzos internacionales para combatir el cambio climático.
La comunicación también es importante; consciente de ello, la Comisión realiza las campañas paneuropeas de concienciación “Tú controlas el cambio climático” y
En acción por el clima. Con ello espera divulgar el mensaje de la contribución vital que pueden hacer los ciudadanos en la lucha contra el cambio climático. Otras iniciativas de comunicación consisten en la producción y divulgación de video clips, publicaciones y un diario para colegios, además de ofrecer conferencias, organizar exposiciones y coordinar una red de embajadores del clima.
http://ec.europa.eu/environment/climat/campaign/actions/whatiseudoing_es.htm

La Unión Europea es la que comenzó con la implementación de medidas para disminuir la contaminación ambiental, invitando también a otros países que son superpotencias como Estados Unidos. El rol que esta jugando la Unión Europea es fundamental, ya que si los proyectos que propone son aceptados por la mayoría de los países desarrollados, se va a disminuir notablemente la contaminación. En consecuencia, se va a mejorar considerablemente la calidad de vida de los habitantes y todos vamos a poder gozar un ambiente mas sano.
La Unión Europea destinará fondos para solventar los gastos necesarios para tratar de mejorar la condición ambiental.

Las estrategias que la UE tiene en mente son:
*la ampliación de la lucha contra el cambio climático a todos los países contaminantes (con responsabilidades comunes pero diferenciadas) y sectores implicados (modos de transporte en general, deforestación, etc.);
*la potenciación de la innovación, que incluye la aplicación y el despliegue de las tecnologías existentes, y el desarrollo de nuevas tecnologías (en particular, mediante políticas activas de apoyo que sacan partido de la sustitución normal de los equipos);
*la utilización y el refuerzo de los instrumentos basados en el mercado (como el
comercio de derechos de emisión introducido por la UE);
*la realización de esfuerzos de adaptación al cambio climático, a los niveles preventivos y curativos en función de las regiones y de los sectores económicos más afectados.

Estas estrategias podrían llevarse a cabo a través de:
* garantizar la aplicación inmediata y efectiva de las políticas acordadas con el fin de alcanzar el objetivo de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en un 8 % con respecto al nivel de 1990, fijado en el
protocolo de Kioto. Las medidas en cuestión son fundamentalmente las enunciadas en el Libro Verde sobre la seguridad del abastecimiento energético y en el Libro Blanco sobre la política de transportes, así como las medidas de promoción de las tecnologías respetuosas del clima, tales como las ecotecnologías;
* fomentar la sensibilización de los ciudadanos para permitir una modificación de su comportamiento, en particular mediante el lanzamiento de una campaña de sensibilización de alcance comunitario;
*intensificar y orientar mejor la investigación, por una parte para mejorar los conocimientos sobre el cambio climático y sobre sus repercusiones a escala mundial y local, y, por otra parte, para desarrollar estrategias de mitigación del cambio climático que presenten una buena relación coste-eficacia (en particular, en los ámbitos de la energía, los transportes, la agricultura y la industria), así como estrategias de adaptación al cambio climático;
fortalecer la cooperación con terceros países, por una parte, a nivel científico y de transferencia de tecnologías respetuosas del clima, y, por otra parte, de manera específica con los países en desarrollo mediante la elaboración de políticas de desarrollo respetuosas del clima y el refuerzo de las capacidades de adaptación de los países más vulnerables. La UE conservaría de este modo su papel de impulsora de las negociaciones internacionales en este ámbito;
* entrar en una nueva fase del
programa europeo de cambio climático en 2005, para determinar las nuevas medidas que deben adoptarse en sinergia con la estrategia de Lisboa, en particular, en materia de eficiencia energética, energías renovables, transportes y fijación y almacenamiento del carbono.

http://europa.eu/legislation_summaries/environment/tackling_climate_change/l28157_es.htm

Las tácticas que propone la Unión Europea serian muy beneficiosas si todos los países del mundo aceptaran las propuestas. Por parte del bloque económico, se esta invitando a los grandes países emisores de contaminación a que se unan para disminuirla. Esto beneficiaria la reducción de las emisiones de gases del efecto invernadero que de este se derivan los daños en el cambio climático.
Cabe destacar que todos nos veríamos beneficiados, ya que estas propuestas no solo modificarían nuestra calidad de vida sino también, la actividad económica como por ejemplo la agricultura, el turismo, etc.

La crisis de los alimentos provoca una relación entre el hambre y la obesidad en busca del control del negocio de la comida de las empresas nacionales



En estos últimos años, en la Unión Europea se ha comenzado a notar un incremento en la cantidad de personas obesas. Como contrapartida también se siguen notando una cantidad considerable de personas desnutridas que pertenecen a las clases mas bajas.
En muchos casos el hambre y la obesidad habitan en el mismo país. El hambre es el resultado de la desocupación, de la falta de ingreso a la familia pero la obesidad es producto de la sociedad, de cultura. Las empresas multinacionales tratan de imponer mediante la publicidad sus productos, comidas rápidas en general, sin valores nutricionales, llenos de grasa. Las personas como tienen un ritmo de vida bastante acelerado optan por comprarlas sin saber el daño que le producen a sus organismos.
La obesidad es un problema grave que afecta a varios países miembros de la Unión Europea. En el mapa anterior se puede ver como una gran parte de la población tiene obesidad o sobrepeso.
España es el país con más personas con sobrepeso representando el 33% de la población de ese estado y el 11% presenta obesidad.
El hambre también es un problema que afecta varias regiones del mundo, pero especialmente a la Unión Europea. Sin embargo, por la crisis que se registra actualmente se ha incrementado notablemente los precios de los alimentos y se nota una baja en la cantidad de productos de consumo diario.

Directos del hambre a la obesidad
El sobrepeso se convierte en epidemia también en los países emergentes - El estilo de vida urbano y la comida basura alteran la dieta tradicional
JORGE MARIRRODRIGA 11/07/2008

En los países pobres ya no sólo se muere de hambre, sino también por comer demasiado. En un planeta donde cada dos minutos la falta de comida mata a un niño, la obesidad evitable se está convirtiendo en una pandemia.
Desde diversos organismos internacionales se ha lanzado una voz de alarma que advierte de que ya no se trata sólo de un problema sanitario de los países ricos, sino que también en los llamados emergentes el número de obesos aumenta sin freno. Mientras unos 300 millones de personas en todo el globo sufren graves problemas de salud debido al excesivo sobrepeso, a otros 815 millones les pasa lo mismo pero por falta de alimento. Y lo peor es que muchas veces ambos grupos conviven dentro de las mismas fronteras. El fenómeno comienza a ser conocido como "la obesidad de la escasez".
No hay que engañarse ni estigmatizar. Obesos habrá siempre porque se trata de una característica genética. Una situación que más allá de las consideraciones estéticas, pasajeras según las épocas, afecta a la esperanza de vida y a su calidad. La obesidad fatiga el sistema vascular y a algunos órganos, lo que produce su deterioro prematuro. Hasta aquí el problema. El escándalo llega cuando esa obesidad aparece en personas que no deberían serlo y llegan hasta ello por lo que parece la aplicación sistemática de un régimen destinado a acortar su vida. Sobrealimentación y sedentarismo están en la base del fenómeno, y a estos dos factores se unen, dependiendo de la región del mundo, otros de carácter sociocultural.
El Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el organismo de Naciones Unidas encargado de luchar contra el hambre, detectó a finales de los años noventa un alarmante aumento de personas con sobrepeso -que estrictamente no es obesidad pero sí el paso previo- en los países en vías en desarrollo, en los que hay zonas donde existe la subalimentación. Así, en China en sólo tres años el sobrepeso aumentó en un 15%, y en Brasil hasta en un 40%. El mismo fenómeno se repetía en los países del África subsahariana donde abunda el hambre. La FAO constató además que la enfermedad de la obesidad avanzaba a medida que aumentaba el nivel de ingresos: afectaba sobre todo a mujeres de zona urbanas y formación escolar. Por el contrario, en lugares como Latinoamérica las personas de clase acomodada son más delgadas que las de menores ingresos.
La FAO lo dice claro: lo primero es combatir el hambre en el mundo. Pero no por ello considera un riesgo menor el sobrepeso y la obesidad, que en algunas zonas como Oriente Próximo y el norte de África afecta casi al 50% de las mujeres.
Una de las razones que se apuntan para este desequilibrio no es sólo la introducción en los países emergentes de estilos de vida propios de los países desarrollados, sino también de alimentos producidos en estos últimos o según sus estándares: comidas sobresaturadas de grasas o azúcares con abundante empleo de otras sustancias como hormonas de crecimiento rápido, antibióticos o estabilizantes, colorantes y saborizantes. Todo ello además promocionado de manera avasalladora. Baste como ejemplo que la industria alimenticia gasta al año en torno a los 40.000 millones de dólares en publicidad. Una cifra superior al total de los ingresos del 70% de los países del mundo y 500 veces más de la cantidad que todos los Estados juntos gastan en promover programas para convencer a la población de que siga una dieta sana.
Y a ello hay que unir la tradición en unos casos y la necesidad en otros. En la cultura mediterránea siempre se ha considerado que la gordura de los niños es síntoma de salud. De hecho, donde hay más niños con sobrepeso es en Portugal, España, Grecia, el sur de Italia y Oriente Próximo.
Según la Asociación Internacional para el Estudio de la Obesidad, de los 75 millones de menores que viven en la Unión Europea, 22 millones presentan sobrepeso y más de cinco millones sufren obesidad. Cada año, unos 300.000 jóvenes ingresan en las estadísticas del sobrepeso sin que exista ninguna iniciativa a escala comunitaria para hacer frente al problema. Hay veces en que la excesiva gordura viene marcada por la tradición centenaria. En el Pacífico Sur la obesidad es indicio de nobleza y son famosas las anécdotas de los monarcas de las islas Tonga y sus asientos especiales para aguantar su peso.
Pero hay otros ejemplos más dramáticos. En África el subconsciente colectivo ha decidido combatir una pandemia con otra. Ante el avance imparable del sida que está diezmando poblaciones, muchas mujeres y hombres optan por estar obesos como símbolo no sólo de prosperidad económica sino sobre todo de salud. En lo que constituye un dramático y peligroso engaño, se considera que una mujer o un hombre obesos no pueden tener el sida porque esta enfermedad es identificada con personas extremadamente delgadas, algo real únicamente en los últimos años de vida de los enfermos pero no cuando son seropositivos y pueden contagiar el virus VIH.
El problema afecta prácticamente a todos los países del mundo, pero se hace especialmente paradójico en aquellas naciones donde existe la desnutrición. En el norte de Argentina, en la región de Chaco, los profesores salieron a las calles hace menos de un año para denunciar que los niños se dormían en clase de hambre y que las escuelas estaban cambiando su papel de ser lugares de enseñanza por el de comedores donde los pequeños en muchas ocasiones ingieren su único alimento diario. En paralelo, el Congreso se encuentra tramitando una ley para que la obesidad sea considerada una enfermedad por la seguridad social, y por tanto su tratamiento quede sujeto a ésta. La iniciativa parlamentaria que se discute establece como "de interés nacional" la prevención y control de los trastornos alimenticios.
En México, el Instituto Mexicano del Seguro Social ha optado por editar millones de copias de un recetario contra la obesidad. Las autoridades estiman que si no se modifican los hábitos de alimentación en dos años, el país azteca puede tener hasta 14 millones de obesos mayores de 35 años. El propósito del Gobierno es evitar que sus ciudadanos se entreguen a la comida basura, allí denominada comida chatarra.
Y la luz roja también se ha encendido en otro país emergente como Perú, donde el Gobierno ha constatado cómo la población pobre cada vez es más obesa pero no precisamente por una buena alimentación, sino por el abuso de grasas saturadas y poco consumo de agua.
De esta manera abrupta, las administraciones públicas de los países emergentes que tienen que dedicar un importante porcentaje de sus recursos a tratar de sacar a importantes sectores de su población de la pobreza -por ejemplo, de los 180 millones de brasileños el 23% son pobres- se ven obligadas a hacer frente a un problema de salud pública de primer orden que, lejos de apagarse, va in crescendo.
Y en las televisiones y diarios ya no se comentan en tono de broma iniciativas como la adoptada por el Gobierno japonés de multar a las empresas que contratan empleados con sobrepeso. El Ministerio de Sanidad, que tiene que realizar ingentes esfuerzos para lograr que la atención primaria llegue a toda la población, se pregunta de dónde sacará los recursos para hacer frente al estallido de diabetes que la Organización Mundial de la Salud augura en todo el planeta para 2020 por culpa del sobrepeso.
La receta contra esta situación es repetida una y otra vez desde todos los estratos académicos y gubernamentales: alimentación equilibrada sin abusar de grasas y azúcares y ejercicio moderado. El problema es cómo acomodar esta teoría a un modo de vida cada vez más sedentario, con menos tiempo para preparar los alimentos y con la tentación siempre a mano de una comida rápida, barata, al alcance de todos, aunque no sea sana. Eso, y lo que aseguran cada vez más autores y estudiosos del tema: el hombre del siglo XXI está encerrado en un cuerpo del paleolítico y uno de los dos no está preparado para aguantar la combinación tal y como se está estableciendo en las mesas de todo el mundo hoy día.

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Directos/hambre/obesidad/elpepisoc/20080711elpepisoc_1/Tes

En los países desarrollados muere una gran cantidad de personas con obesidad y sobrepeso, no por esta enfermedad en si, sino por otras enfermedades derivadas de esta.
Se registra en los países desarrollados en general, y en la Unión Europea un número notable de personas que va incrementando, las cuales poseen una enfermedad denominada diabesidad. Esta enfermedad es producto de la obesidad, actualmente considerada una epidemia, y la diabetes. La diabesidad es producida por el consumo de comidas rápidas, y la falta de ejercicio.

Para más información sobre la diabesidad:
http://ec.europa.eu/research/rtdinfo/51/article_5129_es.html

En la UE, se observa una cantidad notable de niños, con obesidad infantil, lo cual preocupa considerablemente a los gobiernos europeos. Como se considera a la obesidad una enfermedad, el gobierno tiene que destinar una gran parte de los fondos al tratamiento de esta.

http://www.eliceo.com/files/2008/03/obesidad-infantil.jpg
En esta imagen se puede ver claramente como las empresas multinacionales de comidas rápidas son un factor muy influyente en la salud de las personas.

La crisis de los alimentos, por su parte juega un papel muy influyente, ya que se esta comenzando a sentir la escasez de productos alimenticios en las góndolas y además los precios son mucho mas altos de lo acostumbrado. Por el ritmo de vida europeo, la población prefiere comer en lugares de comida rápida, no siendo conciente de lo perjudicial que es. Por su parte la Unión Europea ha tomado medidas gubernamentales con respecto al dinero que tiene que otorgar para que la obesidad pueda ser combatida, pese a que el número de personas que la padecen continúa aumentando.

jueves, 2 de julio de 2009

Desempleo desde la Unión Europea

En este video se puden apreciar imagenes de personas manifestándose por la falta de trabajo. El trabajo es indispensable tanto como para la obtencion de ingresos en la familia y para sibsistencia , como para dignificar a las personas y hacer que estas estén insertas en el mundo.